El camino a la gloria: Memorias de un Mundial. (II)

21/06/10, Honduras nos esperaba. Tras el mal sabor de boca que nos dejó el estreno de la roja, nuestra selección necesitaba ganar al conjunto centroamericano, ya no solo por la clasificación, sino por el orgullo herido que había dejado la derrota el día del debut.

Del Bosque probó con la entrada de Fernando Torres en punta y Villa entrando por la izquierda y España se mostró más incisiva en ataque que el día de Suiza. Ya pudimos sentenciar en los primeros minutos si Torres hubiese conectado bien un disparo dentro del área o si el zapatazo de Villa contra el larguero hubiese ido un poco más abajo. Hasta el minuto 17, minuto en el que el delantero asturiano se inventó, posiblemente, la mejor jugada del torneo regateando a medio equipo hondureño y poniendo el balón lejos del alcance del guardameta. La primera parte terminaría con la sensación de haber podido sentenciar, puesto que Torres, lejos de ser aquel goleador que asombraba en Atlético o Liverpool, falló hasta tres ocasiones claras de gol.

La segunda parte comenzó con buen pie para los nuestros, jugada desde la derecha, balón para David Villa en la frontal, y el guaje hace el segundo con un poco de fortuna tras rebotar el balón en un defensor. De ahí al final, monólogo de los nuestros con ocasiones muy claras (penalty fallado incluído) que perfectamente podrían haber valido para dar un golpe de autoridad en la competición. Sin embargo, la sensación fue de mejora, pero todavía con dudas, puesto que la selección hondureña, con todos mis respetos, no era la mejor piedra de toque para comprobar el nivel de la Roja.

Tras esta victoria, España dependía de sí mismo para clasificarse como primera de grupo si vencía a Chile en la última jornada.